Un Verano Inolvidable

Lo que voy a contarles me sucedió un verano antes de ingresar a la universidad, yo acababa de salir de la preparatoria y las preguntas de ¿qué es lo que pasara conmigo?, así como ¿él quien soy realmente? comenzaron a aparecer y a llenar de incertidumbre mi vida, comencé a salir un poco más, pues ya había cumplido mi mayoría de edad y los permisos eran más amplios y en horarios que antes no se daban, así pues un día un amigo que conocí vía e-mail me invito a tomar un café en un lugar de ambiente, ya saben a lo que me refiero, y ahí fue donde comencé a experimentar las situaciones que como homosexual me interesaban y que marcarían mi vida y el rumbo de la misma.
Así pues llegue al lugar esperado y en cuanto vi a un chico de unos 19 años, moreno, estatura media, unos ojos hermosos con unas pestañas inmensas y una sonrisa que se veía a kilómetros, quede cautivado y comencé a sentirme incomodo, era la primera vez que me besaría con alguien que sí me interesaba y que desde luego yo también a él, así pues me acerque a el y lo salude de manera varonil sin dejar sospecha alguna en las personas que pasaban a nuestro alrededor. Después de reírnos y platicar un rato llegamos al tan esperado café, me comenzó a temblar la voz y me puse rojo rojo, no quería encontrarme a nadie conocido pero tampoco quedar como un bobo al decir que nunca antes había ido a un café de ese tipo, entonces entramos y de inmediato se apareció una amable mesera que nos daría las cartas, yo un cappuccino y él un vodka, ( me sentí un niño y un despistado pero no me importo), seguimos platicando y riendo por largas horas hasta que el momento esperado se dio, tomo mi mano con el pretexto de ver una pulsera que aparentemente le había agradado, pero todo era un tonto pretexto que comenzó algo que no sabríamos como parar y que desde luego yo ansiaba desde ya mucho tiempo, se acerco mas y mas y de manera sutil toco mi rostro y de inmediato me sentí perdido en medio de sensaciones nunca antes experimentadas y que me orillaban a no quedarme con las ganas de algo mas, así instintivamente ambos nos miramos y por inercia comenzamos a besarnos, yo sabía que no era el primero para él, pero el sí para mi, ¿sería bueno besando según su experiencia? No lo sabía, solo deje que ese momento tan especial y nuevo para mí se diera y que nunca terminara, pero no fue así, seguimos por un tiempo más y después llego la hora de marcharnos eran ya casi las 11:00 de la noche y mi madre se pondría histérica sino llegaba pronto, me despedí de él y el sugirió otro encuentro, de inmediato conteste de manera positiva y deseando que fuera lo más pronto posible, acordamos fecha y tiempo y así volví a mi casa sintiéndome acorralado, con la necesidad de contarle a alguna de las personas que se encontraban ahí mi encuentro, mis sentimientos, todo lo experimentado, pero sabía que era imposible, que algo así no podría pasar nunca, o por lo menos no en ese momento.
Rafael y yo nos seguimos viendo múltiples ocasiones, saciábamos nuestras necesidades y volvíamos a pactar un nuevo encuentro, todo estaba dicho, el sería el primer hombre que completaría mi ser, que me haría sentir lo que es amar a otra persona o por lo menos, eso pensaba mi ingenua cabeza y mi estúpida ilusión de hallar el amor.
El día y el lugar estaban dichos, un viernes que mama iba a la iglesia, a las 6:00 de la tarde en su casa, todo estaba listo, excepto yo, en el último momento algo me dijo que NO, que él no era el indicado, que no sería como yo esperaba, así el miedo y la incertidumbre comenzaron a invadir mi ser y a llenarme de consternación, lo cual terminaría en una huida rápida y sin explicaciones.
Nunca volví a salir con él, nos eliminamos mutuamente del correo electrónico, su nombre en mi celular no apareció más en la pantalla, y fue entonces cuando comprendí que el “amor” no era como yo pensaba y que a veces era confuso, pero no importaba era mi primer intento y aunque fue devastador seguiría buscando mas y mas hasta hallarlo, pero ahora con la experiencia de que también se puede buscar sexo disfrazado de amor, pero aunque estaba consciente de que eso me sucedió con él, nunca olvidaría aquel ingenuo verano.